HIDATIDOSIS VERTEBRAL

Introducción

La enfermedad conocida como hidatidosis es causada por la presencia del Echinococcus granulosus, el cual puede afectar a cualquier órgano del cuerpo, aunque el hígado y el pulmón son los más frecuentemente afectados. La transmisión de la enfermedad se produce por vía fecal-oral, y el contacto con perros y ovejas se considera un factor de riesgo conocido. La mayoría de los casos ocurren en áreas rurales. Después de la ingestión de material contaminado, el embrión es absorbido en la pared intestinal y llega al torrente sanguíneo, desde donde se dirige rápidamente al hígado y al pulmón.

El compromiso óseo ocurre como resultado de la diseminación hematógena del parásito. Este se distribuye dentro del hueso trabecular y a través del canal medular. Debido a que no se forma una adventicia dentro del hueso, los quistes crecen de tamaño y generan vesículas hijas que permiten la diseminación a los huesos adyacentes, lo que resulta en una apariencia multiquística. La afectación vertebral por Echinococcus granulosus es poco frecuente, representando menos del 1% de los casos de afectación ósea.

Clínica

La región torácica de la columna vertebral es la más afectada (50%), seguida por la lumbar (20%), la sacra (20%) y la cervical (10%). La hidatidosis espinal primaria puede ocurrir debido a la presencia de shunts porto-vertebrales. El embrión del parásito puede alcanzar la vértebra a través de la circulación arterial, donde se desarrolla en cualquier parte de la vértebra, prefiriendo áreas con una mayor vascularización, como el cuerpo vertebral. La formación de quistes hidatídicos vertebrales puede provocar la destrucción del hueso, la compresión de la médula espinal o incluso la expansión de las foráminas sacras y/o lumbares.

Imágen

La tomografía computarizada es útil para mostrar la ubicación anatómica precisa del quiste.

La resonancia magnética proporciona una visión completa de la enfermedad, incluyendo el compromiso óseo, de partes blandas y afectación neural, y puede mostrar imágenes multiquísticas.

La radiografía puede mostrar un patrón de panal de abeja que indica áreas de osteólisis.

Otras características distintivas son el crecimiento exofítico de las lesiones y la formación de hueso compacto en su manifestación crónica. Si solo se utiliza la tomografía computarizada, las imágenes multiloculares también pueden corresponder a metástasis.

La enfermedad hidatídica primaria puede causar destrucción ósea con conservación del espacio interóseo y masas paraespinales calcificadas.

Diagnóstico

En la mayoría de los casos, el compromiso óseo no produce síntomas y se detecta en la edad adulta. Si se presentan síntomas, estos suelen ser dolor localizado en la zona afectada. En el análisis de laboratorio, se suele encontrar un aumento en la cantidad de eosinófilos en la sangre. A pesar de esto, el diagnóstico específico solo se puede obtener a través del análisis histopatológico de una muestra de tejido óseo.

Tratamiento

El tratamiento de la hidatidosis es combinado, utilizando tanto fármacos como cirugía. Se recomienda la extirpación de la lesión bajo tratamiento antibiótico, dependiendo del alcance y la afectación ósea. La terapia farmacológica consiste en Albendazol, administrado a dosis de 14 mg/kg/día durante cuatro a seis semanas, y puede prolongarse hasta un año si se necesita.

El tratamiento quirúrgico puede implicar la extracción de la lesión, el curetaje o la aspiración. Sin embargo, la tasa de recurrencia es alta, llegando a reportarse entre 30 y 40%. Los síntomas más comunes son dolor local en la zona afectada y, en el laboratorio, puede haber eosinofilia; pero el diagnóstico específico se establece mediante análisis histopatológico de una biopsia ósea.

Dr. Esteban Castro - Ortopedia y traumatología Hidatidosis vertebral

BIBLIOGRAFÍA

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